Equipo esencial para bebé y mamá: las primeras seis semanas

Equipo esencial para bebé y mamá: las primeras seis semanas

¿Qué necesitarás durante las primeras semanas después de llevar a tu bebé a casa? Les preguntamos a los expertos y a los padres, y encontramos que la gente tiene ideas muy variadas de lo que consideran esencial.

Tu bebé necesitará algunos artículos indispensables: un lugar donde dormir, un asiento seguro en el auto, pañales y algunos artículos para alimentarse, transportarse y permanecer seguro.

También les pedimos a las mamás que nos dijeran qué otros artículos les ayudaron para que las primeras seis semanas con sus bebés fueran más cómodas y divertidas.

Y no olvides que tus familiares y amigos pueden ayudarte a obtener todo lo que necesitas, si creas un registro de regalos. Para seleccionar un guardarropa básico para tu bebé, no dejes de leer nuestro artículo sobre la ropa que tu bebé necesitará las primeras seis semanas.

Alimentación

Almohadas para amamantar. Estas prácticas almohadas te ayudan a sostener cómodamente a tu bebé mientras lo alimentas.

Baberos (4): Los baberos evitan que la saliva y la leche que regurgite el bebé ensucien su ropita.

Toallitas o paños de tela (6 a 12). Son muy útiles para limpiar la leche que regurgita el bebé o cualquier otro líquido que se derrame.

Crema para los pezones. Amamantar a tu pequeño puede resecar la delicada piel de tus pezones. Para esto hay cremas especiales que mitigan la resequedad, curan la piel agrietada y alivian el dolor de tus pezones.

Extractor de leche. Si le das el pecho a tu bebé de manera exclusiva, extraerte la leche te permitirá que otra persona (quizás tu pareja o mamá) alimente a tu bebé. Mira nuestra guía con los mejores extractores de leche.

Fórmula. Si no puedes darle el pecho a tu nene o no planeas hacerlo, puedes escoger entre numerosas opciones de leche de fórmula para bebé. Consulta nuestra guía sobre cómo encontrar la leche de fórmula más adecuada para tu bebé. Es importante también que lo hables con tu doctor.

Biberones y tetinas (o mamilas) para biberón. Incluso si decides amamantar exclusivamente a tu bebé, asegúrate de tener algunos biberones y tetinas para recién nacido en casa, si planeas usar un extractor de leche. Si lo alimentarás solamente con fórmula, usarás aproximadamente diez biberones de 4 onzas (118 ml) al día. 

Cambio de pañales

Mesa para cambiar pañales. Un tocador o una cómoda no muy alta con un colchoncito delgado encima funcionarán perfectamente para cambiarle el pañal a tu bebé. Pero una mesa para cambiar pañales independiente viene con cosas muy útiles, como una barandilla protectora y mucho espacio para guardar cosas.

Pañales. Pasarás una gran parte de tu tiempo, durante las primeras semanas de nacido de tu bebé, cambiando pañales. Aproximadamente un 80 por ciento de los padres de familia opta por usar pañales desechables. Otros eligen un servicio de entrega de pañales de tela profesional o usan pañales biodegradables.

Decide qué clase de pañales quieres usar y súrtete de ellos de antemano. Ten presente que necesitarás de diez a 12 pañales al día durante las primeras semanas.

Toallitas húmedas desechables para bebé. Es bueno tenerlas a la mano para limpiar a tu bebé cuando le cambias el pañal.

Crema contra rozaduras o vaselina. Protege la delicada piel de tu pequeño contra las rozaduras de pañal con un ungüento o una crema especial.

Un bote especial para tirar los pañales sucios. Este es un recipiente práctico y eficaz que atrapa los malos olores, donde puedes tirar los pañales sucios hasta que estés lista para sacar la basura.

Pañalera. Ya sea que vayas a casa de tu vecina o al supermercado, necesitarás llevar contigo todo lo necesario para cambiar pañales fuera de casa. Escoge una bolsa pañalera que te guste mucho, porque será parte de tu atuendo durante muchos meses

Pero recuerda que tiene que ser práctica, e incluir un colchoncito portátil para cambiar pañales, una bolsa impermeable para los pañales mojados y lugares para guardar las llaves, la cartera y otros objetos.

Para dormir

Cuna. Al principio no necesitas una cuna porque tu recién nacido puede dormir en un moisés. Pero, a menos que planees que tu bebé comparta tu cama, más adelante necesitarás una cuna.

Colchón. Compra un colchón para la cuna firme de resortes o de espuma.

Ropa de cama. Compra al menos dos juegos de sábanas para cuna, para que no te encuentres de pronto con que no tienes sábanas limpias para el bebé. Pero debes dejar las mantas (cobijas) y edredones fuera de la cuna, ya que la ropa de cama suave presenta el riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé o SIDS.

Tampoco uses un protector de los que van alrededor de la cuna (crib bumpers). Los expertos no los recomiendan porque también representan un riesgo de muerte súbita del bebé.

Hora del baño

Bañera de plástico. Una bañera diseñada especialmente para bebés, que son muy activos, mantendrá seguro al tuyo y le dará un descanso a tu espalda. Consulta nuestra guía para comprar bañeras para ver opciones.

Toallas de algodón con capucha. Las mamás experimentadas dicen que envolver a tu bebé en una de estas suaves toallas de algodón con capucha es una forma excelente de mantenerlo seco y calientito después de bañarlo.

Jabón o champú suave para bebé. Procura que sea suave y recuerda que solo tienes que usar un poco.

Salud

Productos de primeros auxilios. Averigua qué necesitas en tu botiquín de primeros auxilios para el bebé.

Perilla de succión. Úsala con gotas de solución salina para limpiar la nariz de tu bebé.

Tijeras o cortaúñas para bebé. Estos serán muy útiles para cortar las uñas de tu bebé de manera segura.

Un cepillo de bebé con cerdas suaves. Este tipo de cepillo es especialmente útil para tratar la costra láctea (caspa y grasa en la cabeza) del bebé.

Transporte

Mochila portabebé frontal o cangurera (sling). A los recién nacidos les encanta que los carguen, porque el calor de tu cuerpo y los latidos de tu corazón lo calmarán como ninguna otra cosa. Una mochila portabebé o una cangurera (parecida al tradicional rebozo) también te deja las manos libres para hacer otras cosas.

Carriola (silla o cochecito de paseo). Para un recién nacido, necesitas una carriola que se recline hasta quedar casi totalmente horizontal, ya que los bebés no deben sentarse hasta que tengan 3 meses de edad o hasta que hayan desarrollado lo suficiente los músculos de su cuello.

Si vas a comprar una carriola nueva, consulta nuestra guía para comprar carriolas para obtener más ayuda.

Asiento de bebé para el auto. Las leyes de los Estados Unidos exigen que tu hijo esté en un asiento de seguridad para bebé al viajar en cualquier auto, incluso al ir a casa del hospital. Para un recién nacido, tienes dos opciones: un asiento de bebé para auto orientado hacia atrás, diseñado para usarse hasta que tu bebé pese 20 libras (9 kilos), o un asiento convertible, que puede estar orientado hacia atrás o hacia adelante, diseñado para bebés y niños (aunque no al mismo tiempo).

Ten presente que las más recientes recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), de marzo de 2011, indican que los asientos de autos para bebés y niños deben permanecer orientados hacia atrás, en la parte posterior del auto, hasta que los pequeños cumplan 2 años de edad. O bien, hasta que alcancen la altura y el peso máximos establecidos por el fabricante del asiento.

Accesorios para tranquilizar y entretener al bebé

Mantitas delgadas para cargar y abrigar al bebé (2). Usa este versátil artículo para envolver a tu bebé bien apretadito y tranquilizarlo.

Chupones (chupetes). Un bebé que parece querer tomar leche de pecho o beber otro biberón inmediatamente después de comer, quizás necesita otra cosa para chupar, y un chupón podría ser lo indicado. Los chupones también pueden tranquilizar a un bebé que se siente molesto cuando estés ocupada o necesites descansar un rato.

Columpio para bebé. A algunos padres les parece que un columpio para bebé que funciona con pilas es una bendición del cielo. El reconfortante movimiento hacia adelante y hacia atrás del columpio puede calmar al bebé cuando esté llorando y darte algo de tiempo para hacer otra cosa.

Sillita vibradora. Coloca a tu bebé en una sillita vibradora, reclinada a un ángulo de 45 grados, desde donde podrá ver el mundo. Está diseñada para vibrar y calmar a tu bebé.

Máquina de sonido relajante. El sonido de olas rompiendo o de la lluvia puede calmar a un bebé cuando está llorando y arrullarlo hasta que se quede dormido. Estas maravillas electrónicas también ayudan a los adultos que están desesperados por conciliar el sueño.

Móvil. Cuelga uno sobre la cunita de tu bebé o su mesa de cambiar pañales y le proporcionarás largas horas de entretenimiento. Un recién nacido puede ver el marcado contraste entre las imágenes negras y las blancas, y el verlas moverse arriba de él le fascinará y lo calmará.

Algunos móviles vienen con paneles intercambiables en colores primarios para bebés mayores.

Lucecita nocturna. Una de estas lucecitas baratas te permitirá darle de comer al bebé y cambiarlo en la noche sin tener que encender la luz y despertarlo por completo (ni desvelarte tú misma).

Solo para mamá

Brasieres para la lactancia (2-4). Para tu comodidad, compra brasieres de puro algodón sin varillas. Algunos se desabrochan en la espalda y otros se abren al frente, entre las copas. Tal vez quieras probar un par de estilos diferentes para ver cuál te gusta más.

Almohadillas protectoras para el brasier (desechables o lavables). Colocar estas almohadillas en las copas de tu brasier puede mantener tus blusas secas en los intervalos en que no le estás dando el pecho a tu bebé.

Como los pañales, estas almohadillas vienen en estilos desechables y de tela. Si eliges las desechables, busca unas que tengan una tira autoadhesiva. Las almohadillas de tela por lo general están hechas de franela y hay que lavarlas frecuentemente.

Compresas (toallas higiénicas) y toallitas diarias protectoras. Necesitarás un par de cajas de compresas o toallas higiénicas muy absorbentes de tamaño grande. Cuando disminuyan los loquios (sangrado postnatal) a las dos o tres semanas del parto, también necesitarás un par de cajas de toallitas protectoras.

Toallitas húmedas y crema para hemorroides. Incluso si no tuviste hemorroides durante el embarazo, podrías descubrir que las tienes como consecuencia de haber pujado durante el parto.

Bolsitas de hielo, almohadillas frías de gel o compresas heladas. Si se te desgarró la zona genital durante el parto, las bolsitas de hielo, almohadillas frías de gel o compresas heladas te ayudarán a recuperarte reduciendo la inflamación y adormeciendo el dolor.

* Nota extraida de Babycenter en Español
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